Tuesday, January 19, 2010

La ayuda que no ha llegado

No. No es por la violencia de los desesperados haitianos que la ayuda humanitaria, los antibióticos, los médicos y la comida no ha llegado donde tiene que llegar. Es simplemente porque el mundo “civilizado” que encabezan los Estados Unidos no saben cómo ayudar. Saben cómo invadir, cómo atacar, cómo controlar naciones y pueblos, pero a la hora de ayudar, de socorrer al desvalido, de moverse con sentido de urgencia, son analfabetos del socorro. Se confunden en un mar de procedimientos y burocracias y se les muere la gente a la que van a socorrer mientras tratan de descifrar el cómo hacer cuando no son órdenes militares las que se dan.


La vergüenza que pasó George Bush con Katrina se repite con Obama. Él tendrá, como en otras tantas cosas, la mejor de las intenciones, pero a la hora de la ejecución el ingobernable gobierno permanente de los militares y los burócratas se lo tragan.


La desesperación ya ha tomado las calles de Puerto Príncipe. Anderson Cooper, que se ha convertido en la conciencia del verdadero pueblo norteamericano, lleva días preguntando a través de CNN por qué la ayuda no llega. El doctor Sanjay Gupta, también de CNN, ha tenido que pasar de reportero de salud a cirujano de emergencia y se le nota en el rostro la indignación por la falta de médicos que están en la frontera o en el aeropuerto esperando que alguien les de la orden de meter mano.


La incapacidad de las Naciones Unidas y de Estados Unidos en organizar la ayuda a un país en el que ha colapsado su estructura física y política es vergonzosa. Sencillamente no saben socorrer a tiempo. ¿Cómo es posible que no hayan aterrizado en medio del escenario de la tragedia los extraordinarios helicópteros que vemos en las películas o en las noticias de las invasiones a Irak o Afganistán con medicinas, tiendas de campaña, médicos y soldados que velen por la seguridad de los rescatistas? ¿Cómo es posible que los ejércitos no hayan sido capaces de, luego de una semana de la tragedia, reparar carreteras y aeropuertos para facilitar la llegada de ayuda?


No. No es la violencia en Haití la que retrasa la ayuda como dice un parte del prensa en el día de hoy. Es la incapacidad de funcionar en tiempos de paz, acostumbrados sólo a la guerra. Denunciemos esta incapacidad, con todas las fuerzas de nuestra garganta, para que no vuelva a suceder.

Thursday, January 14, 2010

Pat Robertson: Pacto con el Diablo en Haití

El ¿evangelista? Pat Robertson, quien en una ocasión quiso correr para presidente de los Estados Unidos por el Partido Republicano –por cuál si no- cree en un Dios vengativo, tal vez a imagen y semejanza suya. Y como Dios es todopoderoso, utiliza ese poder para aplastar a aquellos que no siguen sus reglas. Por eso para Robertson, el desastre del huracán Katrina fue un castigo de Dios por las leyes que legalizaban el aborto ya que los americanos no sentaron cabeza con los ataques terroristas del 11 de septiembre que también eran un mensaje de Dios por este asunto del aborto.


Si partiéramos de la misma mentalidad primitiva y absurda del reverendo, el mensaje de Dios hubiese quedado más claro fulminando con un rayo a los legisladores que favorecían dichas leyes al momento de votar y se hubiese evitado la muerte de tantos inocentes. Este Dios malo acaba de hacer otra de sus fechorías vengativas mandándole un terremoto a Haití para castigarlos por haber hecho un pacto con el diablo para salir de los franceses allá para 1804 cuando declararon su independencia. Ese acto de libertad, aparentemente producto de ese pacto, que Robertson no aclara dónde se firmó, cuáles fueron las cláusulas contractuales, quiénes se sentaron a negociar con Lucifer ni con cuál de los bandos estaba Estados Unidos, le ha costado a los haitianos la pobreza, la deforestación, la corrupción de sus gobernantes, los huracanes que por allí han pasado y ahora este sismo.


La conclusión a la que llega cualquier persona de mediana inteligencia que pudiese darle alguna pizca de credibilidad a Paterson es que, entre Dios y el Diablo, el bueno es el segundo, que ayuda a los pueblos a ser libres, y el malo es el primero que atropella a los infelices.


Por suerte la gente es mucho más inteligente que Paterson, quien aparentemente solo cuenta con un Club de 700 ignorantes. El problema es que esa mentalidad no es exclusiva de este “evangelista” estadounidense. Jorge Raschke en Puerto Rico, el papá de la honorable senadora con look de Lady Gaga, dijo que un huracán nos arrasaría por nuestra falta de fe. Por suerte Dios se apiadó y no nos mandó el huracán: nos mandó a los más recientes gobernantes. El dictador José Efraín Ríos Mont hizo y deshizo en Guatemala apoyado por evangelistas que decían que era un enviado de Dios para saquear esa nación, entre ellos Raschke.


El Partido Republicano en los Estados Unidos y ahora el gobierno de Luis Fortuño en Puerto Rico, tienen una base de apoyo muy fuerte entre fanáticos fundamentalistas como éstos. El problema es que los republicanos allá, y los penepés acá, responden con leyes, reglamentos y programas de gobierno a esa mentalidad. La discriminación de los homosexuales en las leyes de adopción y en los beneficios de la reforma de salud responde a esta ideología roberpatersiana.


Escandalicémonos con las declaraciones insensibles y ridículas de Pat Robertson pero miremos lo que está pasando en nuestro propio patio que aunque dista mucho en forma es igual en contenido.

Sunday, January 3, 2010

Unidos por la Soberanía Deportiva

El siguiente artículo fue escrito por el amigo Papo Coss y hace unos planteamientos muy importantes sobre nuestra soberanía deportiva los cuales suscribo en su totalidad.



Unidos por la Soberanía Deportiva
por Papo Coss



El asunto de la participación de la delegación cubana en los Juegos Centro Americanos y del Caribe 2010, ha puesto sobre el tapete la importancia de nuestra soberanía deportiva, obtenida y defendida por el pueblo puertorriqueño desde hace ochenta años. Sin duda, ha sido la representación independiente de Puerto Rico en los eventos deportivos internacionales, uno de los factores principales del desarrollo de una conciencia nacional cada vez mas sólida e indestructible.


Lamentablemente, nuestros historiadores y políticos de izquierda y derecha, no han valorado en su justa dimensión este fenómeno sociológico sin precedentes, en donde una colonia clásica como Puerto Rico, ha logrado a través del deporte reafirmarse como nación. Tan poderoso es nuestro respaldo a la soberanía deportiva que los favorecedores de la anexión intentan dar la impresión que bajo la estadidad se mantendría dicha representación, porque saben que en su inmensa mayoría el pueblo la atesora profundamente.


Ahora con un nuevo gobierno ultra-derechista, la táctica fue primero renunciar a los Juegos de Mayaguez 2010, por falta de fondos y crisis económica, que fue el mensaje que llevó el cubano Henry Newman a nombre de Luis Fortuño a la reunión de la ODECABE en Mexico, a meses de su designación. Evidencia de la postura original del Secretario de Recreación y Deportes pueden encontrarla en todos los periódicos del país de febrero 2009.


Luego ante ante el apoyo unánime de todas las naciones de Centro America y el Caribe y del pueblo de Puerto Rico a la sede de Mayagüez, el PNP tuvo que recoger velas y cambiaron su táctica boicoteando la participacion de Cuba, para restarle brillo y proyección mundial al evento. Simultáneamente los funcionarios anexionistas, se ganan el favor del exilio cubano mas recalcitrante que los apoya económicamente con cifras exorbitantes y se opone tenazmente a la visita de Cuba por razones políticas.


Por eso, Fortuño, McClintock y Newman se han hecho de la vista larga con todos los procesos para garantizarle a la delegación cubana trato igual a las demás delegaciones y están haciendo el menor esfuerzo por resolver el asunto de conseguir una carta oficial que asegure esa petición tan sencilla de parte del Deparatamento de Estado de USA. Con las muelas de atrás dicen una cosa y por la otra se dedican a entorpecer los procesos de visado y negociación con Cuba.


Aquí de lo que se trata es de implosionar los Juegos de Mayagüez, una vez no se pudieron cancelar o trasladar a otro país, porque la reafirmación de la soberanía deportiva representa un obstáculo insalvable a las aspiraciones anexionistas del PNP. La mayoría de los "guaynabitos" de Fortuño no tienen equipo en los Juegos CAC, pues se identifican con una delegación extranjera que no compite en esta actividad. Son los mismos que todavía celebran la medalla de oro de Gigi Fernández en representación de USA.


De hecho, el propio McKlintock lo ha expresado públicamente al decir que "sin Cuba el evento pierde su esplendor" y Newman con su humildad bien ensayada dice que Cuba viene, sabiendo que si no se consigue la carta del Departamento de Estado de USA para el 15 de enero, 2010, ya los dirigentes olímpicos de Cuba le informaron al COPUR que no asistirían a Mayagüez 2010. En ambos hay un alto grado de hipocrecía y demagogia, reflejo de su profesión de comerciantes de la política partidista.


Fortuño y estos dos elementos han traicionado al pueblo de Puerto Rico y merecen ser abucheados olímpicamente donde quiera que se presenten, pero sobretodo el sábado 17 de julio en la Inauguración de los Juegos, rompiendo el record del "Abucheo Panamericano a Romero Barceló" en 1979. Desde ahora, hay que ir planificando esa gesta ciudadana para la historia deportiva caribeña y centroamericana.


Contrario a la teoría destructiva de que "es bueno que se desnude la colonia y que los cubanos no vengan para que veamos la precariedad de nuestra soberanía deportiva", lo que tenemos que hacer es unirnos como pueblo para defender el derecho a invitar a la fiesta caribeña de los ochenta años del deporte boricua a todos los países de la región. Cerrar filas con nuestro Comité Olímpico (COPUR) y el Comité Organizador de los Juegos para garantizar que los cubanos estén presentes es la orden del día, por encima de preferencias de estatus e ideologías.


Que se entere el Departamento de Estado de USA que en Puerto Rico hay un concenso del pueblo a favor de que Cuba este presente en los Juegos y que rechazamos la politiquería de los funcionarios de gobierno que han arrastrado los pies y boicoteado desde el principio esta magna celebración. Esta batalla la tenemos que ganar unidos como pueblo, como siempre hemos logrado triunfar en situaciones tan desiguales como el rechazo al servicio militar obligatorio y la paz de Vieques.


Alcanzar la plena soberanía política de manera que mandemos en nuestra propia casa y decidamos quien entra y sale del país, será tema de otro artículo, pero en la trinchera deportiva, tenemos que unirnos para garantizar la participación de nuestros hermanos cubanos.